A falta de baño, buenas son las costeñas en medio de un sonido bestial.

Escucho una voz JanisJoplinesca... no lo puedo creer! mi teloncito a vuelto a visitarme en las noches de oficina!

La verdad, no esperaba su visita. Se ve preciosa, un poco radical, pero preciosa. Me fijo en sus ojos, siempre los veo, sobre todo, cuando irradian paz y tranquilidad.

Se sienta a mi lado y comparte conmigo un rato mientras vuelve con su amigo. Hasta ahi nada raro, pero luego, me hace una propuesta que no puedo resistir.

Terminamos en el baño muy a las 11 de la noche.. Si señores, ¡en el baño mismo! Pero estuvimos de malas, ya casi no había gente y nos dimos cuenta que nos perdimos de lo mejor. Parece que el ambiente estuvo buenísimo. Aun se sentía el calor y vi por ahi a mas de uno sudando... había rasgos de felicidad y me enteré por ahi de la gran actuación de la última.

En fin, a falta de baño, buenas son las costeñas en medio de un sonido bestial. Quien lo diría, tres pasaron por las mismas y solo el teloncito pudo conmigo y mi ausencia de caderas en salsa.

Imitando costumbres foráneas decidimos que era justo ir en busca de otras emociones y terminamos con don simón, soportando un supuesto ron tropical en medio de una aguasucia azulada, de la cual, solo valía la pena la cereza del final.

Asi haya terminado como si me hubiera montado en el gravitron, pase una muy feliz noche con mi teloncito. Hablamos sin parar, senti la cercanía de su piel, su aroma y tras varios intentos infructuosos me di cuenta que no era bueno presionar algo que simplemente no se dará por una explicable prevención hacia mis desvaríos (que siento, ya están superados).

Definitivamente siento paz a su lado. Es una sensación extraña, pues siempre hemos creido que entre mas extremos sean los sentimientos es mejor. Ahora me siento muy tranquilo a su lado. La pasión esta ahi, no se ha ido ni tampoco creo que nos abandone, pero se trata de una pasión tranquila y relajada. Definitivamenta la-casi-hermana de mi teloncito tenía toda la razón.

En fin, la noche terminó compartiendo las últimas palabras antes del sueño mientras escuchaba que ella se quedaba dormida, momentos antes de ir a hacer una visita de urgencia producto de la aguasucia de color azulado que hizo estragos en mi panza.