Friday, March 03, 2006

De puntillas

La sombra delataba que se empinaba a mas no poder en medio de un abrazo reconfortante, la babeza se dio cuenta de eso, pero no hizo mencion pues quería disfrutar al máximo ese instante, mientras se fundía en un abrazo con su telonera, en un momento que no quería que terminara.

Ahora la cabeza está tranquila, pues le hacía falta sentir el aroma y la piel (con el lunar en la cadera) de su telonera adorada. La cabeza siente que no todo está perdido y que tal vez encontró ese poquito de esperanza que necesita para empezar a reconstruir todo.

Lástima que la actuación de ayer no sirvió para cambiar el regalo prometido... a veces la cabeza no sabe en las que se mete por andar ideando y prometiendo cosas que son difíciles de cumplir. Aunque eso sí, el hecho que sea dificil, no deja de hacerlo interesante, sobre todo, porque esta cabeza medio reconfortada piensa que la telonera se lo merece.

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