A tu salud!

Eres una persona muy especial para mi.

Cuando te conocí debo admitir que me sorprendiste. No esperaba recibir la calidez, confianza y sobre todo la amistad que me brindaste desde el comienzo. Es irónico, pues en un principio yo me mostraba distante. ¡Que estúpido! Me dejaba llevar por mis miedos y prevenciones...

Realmente la mejor decisión que pude tomar fué dejar a un lado tanta pendejada. Conocer un poco mas sobre ti me llevó a admirarte mas. Eres gran persona. Haz formado a una gran familia, a la que le entregas todo tu amor y comprensión. Eres una gran esposa, una excelente madre y una abuela sin par.
Incluso, te convertiste en mi mejor cómplice. Me has acolitado miles de cosas, has perdonado mis errores y te convertiste en una buena amiga: Una persona que me brindó su cariño, su comprensión y su consejo. Tu abrazo me dió consuelo cuando estaba triste, tus palabras me han motivado y su sonrisa me llena de ánimo cuando mas deprimido me encontraba.

¡Definitivamente, de tal palo tal astilla! Veo en tu chiquita todas tus virtudes: Tu amor, tu entrega incondicional y tu constante empuje por salir adelante y ayudar a los que te rodean han sido fielmente heredados por tu hija.

Escuchar la voz de tu amigo entrañable preocupado por ti me tomó por sorpresa y me llenó de tristeza, ¿Cómo era posible que te pasara eso, si apenas unas horas antes estabamos hablando y maquinando planes juntos?. Irónicamente, mi llamada era para postergar un poco mi visita. Lastimosamente a mi también me tocó vivir una situación similar, no tan compleja como la tuya, pero igualmente me hizo determe un momento a pensar y acompañar a seres queridos en momentos difíciles.

Me duele mucho no poder estar contigo en estos momentos, no he dejado de pensar en ti y en tu familia, he orado por tu pronta recuperación y porque ninguna de las personas que te rodean dejen de hacerlo con la felicidad y confianza que necesitas en estos momentos.

Ahora tengo que decirte que, aunque has roto tu promesa (¿Te acuerdas? La de no dejarte llevar por las situaciones...) vas a seguir contando con mi amistad.

Eso sí, te lo advierto, debes mejorarte pronto. Tu y yo tenemos unos cuantos asuntos pendientes que tenemos que solucionar pronto.

No me salgas con los cuentos que no puedes o estas cansada. Eres una persona muy fuerte, que ha hecho muchísimas cosas por los que te rodean. ¡Hay mucho por hacer!

Así que, tomate un descanso (pero corto), pues necesito escuchar de nuevo esa carcajada que llena de alegria a tu casa.


p.d. Espero que en algun momento puedas leer por tí misma este mensaje. Yo sé muy bien que este espacio lo hice para comunicarme con ya sabes quién, pero quise aprovecharlo para expresar cómo me siento en estos momentos.